¿Qué entendemos por Técnicas de Abordaje Comunitario?
Aspectos metodológicos
Partiendo de las consideraciones anteriores, es necesario definir qué entendemos por Abordaje Comunitario.
El Componente Comunitario en cualquier área alude a una concepción de la realidad social y a una intencionalidad en la intervención. Por lo tanto impregna toda la actividad de Centro.
Pero para sortear el riesgo de que lo que está en todo quede invisibilizado, realizaremos algunas precisiones que nos permitan distinguir entre las distintas nociones involucradas en este componente, al tiempo que intentaremos ubicar el Abordaje Comunitario en el Proyecto e identificar su correlato metodológico.
Un territorio singular que es necesario conocer y comprender, frecuentemente lo comunitario es entendido en términos territoriales, como el espacio geográfico en el que las personas desarrollan buena parte de su vida cotidiana y en el que habitan: el barrio, el asentamiento, el poblado, la localidad.
Entendido de esta forma, lo comunitario es un escenario complejo donde interactúan diversos actores sociales -individuales y colectivos- que le otorgan una particular dinámica a partir de la relación entre ellos y de los significados que ese lugar tiene para quienes lo integran: sus habitantes, las comisiones barriales, los líderes comunitarios, organizaciones de salud, educativas y municipales, clubes deportivos, clubes políticos, centros religiosos, y otros. Un escenario en donde los miembros de la comunidad participen y formen parte de él.
Desde esta perspectiva, el Abordaje Comunitario supone conocer descriptiva y analíticamente este escenario. Este conocimiento puede ser sistemático, si utilizamos determinadas herramientas metodológicas para acceder y analizar la información en un momento dado, como puede ser por ejemplo, en los inicios del funcionamiento de un Centro Comunal.
Pero también se puede acceder a él empleando la observación y la escucha permanentes en el marco de las actividades que se desarrollan en y desde el Centro Comunal, registrando lo que allí sucede y sistematizándolo para su análisis.
Se trata de un conocimiento que no puede estar desligado de la acción: mientras desarrollamos las distintas intervenciones (en los Talleres, en el hogar, con niños, con adultos o con otras organizaciones) estamos conociendo; y mientras conocemos, ajustamos la intervención para hacerla pertinente y contextuada.
Es el llamado diagnóstico de la comunidad, que no es entonces, una mera descripción y acumulación de información lograda en un momento dado, sino la comprensión de lo que allí sucede -que se enriquece en forma permanente- y del significado que adquiere en la vida cotidiana de niños/as y familias.
Se trata de un diagnóstico que puede adoptar un carácter participativo, si incluye a las personas con las que trabajamos y a otros habitantes de la comunidad.
Pero además este conocimiento no es objetivo ni neutro. Construimos una determinada percepción de los sujetos, atribuimos a las personas valores, sentimientos, intenciones, características según nuestros prejuicios.
Y es en función de esta percepción y de cómo nos impactan las características que identificamos, que construimos un vínculo con singulares características y desarrollamos nuestra intervención. Este aspecto también es parte del diagnóstico porque es un diagnóstico en el que estamos implicados.
También es importante analizar dentro de esa dinámica, el lugar que ocupa el Centro (objeto de estudio), el significado que le otorgan sus participantes directos y demás actores locales.
Así, el Centro (objeto de estudio) construye un lugar particular de acuerdo a las circunstancias de cada contexto de acción: un lugar en el que se obtienen ciertos beneficios para la subsistencia, un lugar en el que se conoce otra gente, en donde se es escuchado, un lugar en el que los niños aprenden, un lugar percibido como aislado del resto o rechazado.
Esto permite planificar acciones específicas dirigidas a la difusión, al esclarecimiento de la información, al establecimiento de los alcances y límites de su accionar o a la ratificación o rectificación de estrategias y actitudes.
Nosotros como equipo debemos analizar el lugar que ocupa en la percepción de los demás y el que pretende ocupar.
También debemos saber desenvolvernos estratégicamente en un escenario que podamos convocarlos a cooperar, a competir, a realizar alianzas (positivas o inconvenientes), a no participar, a incidir y a tomar iniciativas.
La estrategia busca fomentar de acciones que promuevan la creación de espacios saludables, la consolidación de procesos de intersectorialidad y de participación social a través del gobierno local, el estado en general, los diversos actores del barrios en su mayor diversidad y de la comunidad educativa como componentes esenciales, articulando la escuela, los servicios de salud y las organizaciones comunitarias, en una fuerza común para abordar los principales riesgos que afecten la calidad de vida de los niños y generen procesos permanentes y continuos.
La Escuela posibilita también la ayuda mutua o acciones que las personas realizan para ayudarse unas a otras; los entornos sanos, o creación de las condiciones y entornos que favorecen la salud; así como la prevención de los factores de riesgo que impactan sobre el rendimiento escolar, tales como el ausentismo y la repetición de años escolares, los cuales tienen como base problemas asociados a los aspectos biológicos, ambientales,
sociales, económicos, culturales y sociológicos de los estilos de vida y las formas operativas como se prestan los servicios de salud y educación.
Al hablar de comunidad nos referimos a un grupo social dinámico, histórico y culturalmente constituido y desarrollado, preexistente a la presencia de los investigadores o de los interventores sociales que comparte intereses, objetivos, necesidades y problemas, en un espacio y un tiempo determinado y que genera colectivamente una identidad, así como formas organizativas, desarrolla y emplea recursos para lograr sus fines. (Montero, 2004)
La importancia y valor del trabajo del investigador para cada comunidad en particular son indiscutibles, sobre todo por su efecto propulsor en términos de cohesión y desarrollo cultural. Para que la relación investigador- comunidad sea efectiva, estás dimensiones deben estar íntimamente relacionadas convirtiéndolas en una base de acción educativa recíproca. De allí, la importancia de que se caracterice la comunidad donde se trabaja entendiendo que el centro (objeto de estudio), cualquiera que sea la extensión que se tome para designarla, es siempre una unidad compleja e interrelacionada de una variedad de organizaciones y grupos y al estudiarla se tomen en cuenta el espacio, el tipo de comunidad donde está ubicada la escuela, y el tiempo histórico de ésta, al igual que su pasado, la realidad presente y las expectativas futuras de sus habitantes.
Ahora bien, el abordaje comunitario comienza con un diagnóstico que permite al investigador y a otros actores participativos tener una visión y comprensión de la realidad social en la cual les corresponderá interactuar. De esta manera crean un proceso permanente y continúo de reflexión sobre el entorno, partiendo de la recolección, integración, sistematización y análisis de la información. El diagnóstico genera y ofrece la información suficiente y necesaria para apoyar la toma de decisiones.
El diagnóstico se elaborará tomando en consideración un conjunto de dimensiones que describen a la comunidad entre las que encontramos: Características geográficas; antecedentes histórico; situación demográfica; salud y salubridad comunitaria; entre los rasgos: culturales, educativos, recreativos y deportivos; estructura organizativa y liderazgo comunitario; condiciones económicas, productivas y por último problemas de carácter social que afectan a la comunidad.
Entre los procedimientos de los cuales dispone el investigador para obtener la información podemos mencionar la entrevista y la observación.
El Marco Lógico
El Marco Lógico es un método de análisis y una herramienta para ayudar a conceptualizar un proyecto. El diseño del método de Marco Lógico partió de la premisa de ayudar a los operadores y tomadores de decisiones en la redacción de proyectos o de perfiles de proyectos a lograr tal fin considerando aspectos lógicos. El Marco Lógico está diseñado también para subsanar problemas comunes que se presentan en el diseño e implementación de proyectos o perfiles y que se vinculan a:
a) Ausencia de precisión en los procesos de planificación de proyectos, donde los objetivos son variados pero no están relacionados con las actividades del proyecto.
b) Falta de éxito en los proyectos con deficiencias en la definición de responsables de las acciones y actividades.
c) Escasa visualización de presente y futuro en los proyectos, lo cual no permitía sacar lecciones positivas y negativas aprendidas, además de generar insumos pobres para los procesos de evaluación.
Desde su versión original diseñada por la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional, el método de Marco Lógico se adaptó a las diferentes situaciones y requerimientos institucionales de los organismos internacionales de cooperación. Sin embargo, las adaptaciones no han cambiado el sentido del Marco Lógico como herramienta que presenta de forma sistémica y lógica objetivos de un proyecto o programa, además de sus relaciones de causalidad.
Es decir, que el Marco Lógico permite un análisis de las interrelaciones entre problemas, metas, objetivos específicos, resultados y actividades, además de vincularlas con el ambiente que las rodea. Asimismo, facilita la comunicación al presentar una terminología más o menos uniforme que reduce las ambigüedades, presenta un formato que puede ser de gran utilidad para trabajar con los distintos actores involucrados con el diseño e implementación del proyecto o programa, suministra información precisa y concreta de gran relevancia al momento de realizar el seguimiento y la evaluación.
Pero el Marco Lógico también es de gran utilidad para mostrar a los operadores de acciones si se han alcanzado los objetivos establecidos, considerando las hipótesis definidas como factores externos a los proyectos que afectan su desarrollo. El Marco Lógico es utilizado tanto en la preparación como en la fase de ejecución y evaluación de un proyecto, es decir que esta herramienta es utilizada durante las diferentes fases del ciclo de vida de un proyecto. Es una herramienta de punto de partida a partir del cual se van elaborando otros que serán de vital importancia para tratar de conseguir éxito en las intervenciones que se realicen.
El Marco Lógico, en términos generales, se resume en una matriz de cuatro por cuatro que establece y muestra de una manera lógica los aspectos más relevantes de un proyecto. Es decir, que la matriz abarca en las columnas un resumen narrativo de los objetivos y actividades, comprende indicadores objetivos para los resultados a alcanzar, establece medios de verificación así como supuestos o hipótesis que implican factores de riesgo externo que pueden afectar a un programa o proyecto.